Carta de la Diputada Lelis Páez al Embajador de Alemania en Venezuela
Viernes, 14 de agosto de 1998Caracas, 14 de agosto de 1998.
Excelentisimo Señor Hack Peters Embajador de Alemania en Venezuela
Su Despacho.-
Distinguido Embajador:
Ante todo, reciba usted nuestro más cordial saludo y consideración de parte de la Fracción Parlamentaria de "PATRIA PARA TODOS", organización política que tiene en la lucha ambiental uno de sus principales líneas de acción política.
Han llegado hasta nuestra Fracción Parlamentaria algunas denuncias de organizaciones indígenas venezolanas, relacionadas con la extracción de una piedra de jaspe de considerables dimensiones (aproximadamente 30 toneladas) realizada en el Parque Nacional Canaima, Patrimonio de la Humanidad bajo la tutela de la UNESCO, y cuyo destino supuestamente es Alemania, donde sería integrada a una especie de monumento o muro denominado PIEDRAS DEL MUNDO.
El vehículo de carga que transportaba el mencionado monolito de jaspe fue detenido por indígenas pemones en el kilómetro 14 de la carretera El Dorado-Santa Elena de Uairén, donde se encuentran apostados como parte de las acciones que están desarrollando en la lucha por sus derechos y por la preservación de este parque nacional, hoy sometido a proyectos que lo alteran y vulneran los derechos de las poblaciones indígenas allí asentadas.
La persona que supuestamente solicitó el permiso oficial para tal extracción y traslado es el ciudadano alemán Wolfgang Schwarzenfels, con pasaporte No. C549004034, y al parecer tiene el aval de la embajada a su digno cargo para tal solicitud.
Tenemos entendido que el mencionado permiso fue otorgado por el Instituto Nacional de Parque (INPARQUES), en lo que consideramos es una flagrante violación de la normativa legal vigente en nuestro país en materia ambiental. Es más, cualquier turista nacional o internacional que haya visitado este parque nacional que tanto apreciamos los venezolanos, y por el cual están luchando actualmente las etnias indígenas que lo habitan, habrá observado los numerosos carteles en donde se anuncian al público penas de prisión a toda persona que tome aunque sea una pequeña muestra de este apreciado mineral semiprecioso de jaspe.
Como parlamentaria integrante de la Comisión de Pueblos, Comunidades y Culturas Indígenas, me veo obligada, con todo el aprecio y la cordialidad que nos inspira su pueblo y el respeto debido a su alta investidura, a advertirle de esta situación a fin de que tome usted las medidas que considere pertinentes.
Por nuestra parte, nos estamos dirigiendo simultáneamente a las instancias oficiales a los fines de aclarar esta situación de manera tal que se respete la legalidad vigente y se preserve al parque en cuestión.
Para las organizaciones indígenas denunciantes, el hecho de extraer el citado monolito sin siquiera haber tenido la delicadeza de comunicarles tal intención a las comunidades indígenas que ancestralmente han sido guardianes de este parque nacional, mucho menos aún solicitarles su consentimiento, es una demostración más del tradicional desconocimiento de sus derechos como pueblos. En virtud de ello, estoy sugiriendo tanto a dichas organizaciones como a las instituciones del gobierno venezolano que se construya con dicho monolito un monumento en pleno Parque Nacional Canaima, en homenaje a la dignidad y la perseverancia de las etnias indígenas que integran a la nación venezolana, en sus luchas para que se les reconozcan sus derechos sociales, políticos, económicos y culturales.
Reciba usted, excelentísimo señor embajador, la expresión de nuestros sentimientos de admiración y aprecio por su país, con el cual Venezuela mantiene excelentes relaciones en todos los planos, que deben ser fortalecidas aún más en beneficio de nuestros pueblos.
Diputada Lelis Páez S.
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